Dicen que la duración media de un abrazo es de unos 3 segundos, digamos que hablamos de un “abrazo social”. Si incrementamos la duración del abrazo (obviamente con el consentimiento de la otra parte) más allá de los 6 segundos, el impacto químico que tiene sobre nuestro cerebro comienza a ser mágico, fomentando nuestro bienestar y nuestro sentido de las relaciones. Es ciencia.
Paul J. Zak, responsable del Centro de Estudios Neuroeconómicos de la Universidad de Claremon en California, nos ha venido hablando repetidamente sobre la “oxitocina”, una hormona que incrementa la confianza en las personas y los vínculos afectivos, actuando como una especie de “pegamento social”, capaz de mejorar las relaciones y nuestra capacidad de socialización.
En una entrevista a El País, hace algo más de un año, Zak explicaba que los niveles de estar hormona son casi nulos cuando no interaccionamos con los demás, y se incrementan cuando creamos vínculos con otras personas, sobre todo cuando abrazamos, sonreímos, o incluso cuando jugamos con nuestras mascotas.
¿Y cuáles son los efectos de esta hormona? Entre otros: aumento de la confianza y reducción del miedo social, aumento de la generosidad y la empatía en la toma de decisiones, contribuye a relajarnos y disminuye nuestra ansiedad.
En fin, que en un mundo en el que se nos alimentan las prisas y las barreras personales, en el que cuesta tanto el contacto personal, tenemos el antídoto mucho más cerca de lo que pensamos y de manera gratuita: basta solo con buscar a la persona que tengamos más cerca y ya saben…permitirse un buen abrazo de no menos de 6 segundos… siéntanlo, segreguen oxitocina suficiente y sean felices.
¡Un abrazo!
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Estoy convencido!! Hay que dejarse llevar y abstraerse un poco del día a día que nos hace cada vez más insensibles y la verdad es que nos estamos perdiendo parte de la vida, que no son más que emociones.
Hoy voy a regalar abrazos, además el día y el sol invitan a socializar de esta manera y no a poner comentarios en los caralibros, tuiter, blogs y demás redes ¿sociales?.
Gracias David por esta entrada un lunes y a primera hora!!
…muchas gracias José Ramón!!
…UN ABRAZO!!
Gran lección la que esta por aprender , fantástica información de nosotros mismos que tiene el “otro”, porque en el abrazo la “oxitocina ” nos da además la oportunidad de observarnos en la complejidad que somos , …..ahí empieza el espectáculo!!!….gracias David.
…muchas gracias Martín!!!
…(sigamos bailando!!)
Leía a Saramago estos días diciendo algo parecido: “se llega más fácilmente a Marte que a nuestro semejante”… tremendo, somos bobos del todo.
…me encanta la cita de Saramago, es un potente reencuandre… tan obvio, que pasa desapercibido… tan desapercibido, que se real de manera invisible y peligrosa… y quizás la aventura no esté en viajar a Marte, sino en conectar con el otro (para eso sí hace falta valentía y arrojo)…
Un abrazo Gonzalo!