Ser tú mismo es una putada, porque ser tú mismo es una cosa súper complicada a nivel consciente. Bueno, a mi me lo parece, yo suelo cagarla bastante cuando trato de ser “yo mismo”.
A ver, piensa qué ocurre cuando te dicen “sé tú mismo”, te dices vale, voy a ser yo mismo, y luego piensas, coño, cómo soy yo mismo… y cómo puñetas puedo conseguir ser yo mismo, así, de una manera natural y ‘sin que se note’…
Son justo esos momentos en los que sientes que estás “representando tu propio papel”, porque te han dicho o te has dicho que tienes que ser tú mismo y ese pensamiento ha pasado a merodear por tu corteza cerebral (que es donde uno cocina las cosas, la parte más racional), y es cuando empiezas a percibirte como una mala imitación de ti mismo, y luego rezas para que nadie se de cuenta de tu propia “sobreactuación”.
Y es que cuando alguien trata de ser “uno mismo” de una manera consciente, lo normal es que eche mano de las características que cree que lo definen y lo identifican, y las represente de una manera más marcada, más acentuada, obteniendo un resultado desnaturalizado y unas conductas y actitudes que se acaban saliendo de contexto. Así, que si te consideras el ‘alma de la fiesta’ actúas como el alma de la fiesta aunque no haya ninguna fiesta, y si te consideras una persona solidaria acabas comportándote de una forma excesivamente solidaria e incluso invasiva, y si te consideras una persona sociable acabas socializando torpemente y a discreción, en fin, un desastre…
No hay nada peor que ser una mala copia de uno mismo.
.
Además, ser tú mismo no funciona siempre
No nos engañemos, ser uno mismo a veces no funciona. Solo hay que revisar la cuenta de resultados en algunas áreas de nuestra vida y observar si ‘ganamos’ o ‘perdemos’. Porque si estamos perdiendo, no nos sentimos bien y sabemos que algo no funciona… joder, seguir siendo uno mismo en ese área pues no será la mejor estrategia…
Si llevas cuatro años sin comerte un rosco, si llevas treinta entrevistas de selección y no has pasado a la siguiente fase del proceso, si cada vez que entras a trabajar en algún sitio sientes que te afloran los conflictos por uno y otro lado, si tus amistades no te duran más de tres días, si notas que te alejas o te alejan, si sientes un miedo paralizante ante cada nuevo reto, si notas que solo te quieren por lo de siempre, joder… entonces seguir siendo uno mismo no será lo más efectivo, (salvo que estés encantado de no comerte un rosco, de no pasar ninguna entrevista, de que las cosas no te marchen en ningún trabajo, de sentir miedo paralizante ante una situación nueva, de tener una inquietante inestabilidad social o de sentir que te quieren por pura conveniencia… tú verás).
Todo lo anterior, probablemente, sean ejemplos de cosas que nos definen, que integran nuestra manera de ser…, pero también son cosas que nos limitan y nos achican.
.
La autenticidad es inconsciente
Cada vez estoy más convencido de que la autenticidad es inconsciente y emocional, así que quizás, más que tratar de ser auténticos deberíamos sentir que lo somos sin presentar demasiada atención a ninguna estrategia.
Si en la corteza cerebral se cocinan las cosas, en el centro de nuestro cerebro las cosas funcionan en crudo, es la parte emocional, la parte que siente y transforma todo lo que estás percibiendo en emociones, por ello ser intencionadamente auténticos es una forma de desnaturalizar esa autenticidad.
Al final ser natural es la mejor manera de ejercitar lo que somos. Sin prisas, sin tratar de demostrar nada ni obedecer a ninguna expectativa propia o de los demás. Es eso, ser natural y sentir que lo que soy encaja con lo que hago y con cómo lo hago, que me identifico con mis acciones, mis actitudes y ello me proporciona cierto equilibrio interno.
Y cuando lo que soy no funciona… pues quizás tengamos que modificar hábitos, postizos e importados pero que ya forman parte de nosotros, hábitos que nada nos están aportando y en cambio nos están definiendo. Hay que tener mucha madurez y valentía para darse cuenta de ello y querer abordar esa parte de nosotros mismos que no nos está funcionando, ese racimo de creencias sobre nosotros mismos que nos ahoga y enreda nuestro desarrollo. Cambiar no es fácil, pero tratar de permanecer inmutable tampoco. El cambio es posible, difícil pero posible.
.
Sentirte auténtico es mantener el denominador común de lo que eres en todas las situaciones. Es complejo entender que somos poliédricos y al mismo tiempo nuestra esencia es una y única, aunque bien sabemos que si conectamos con ella, seremos constantes y coherentes mantiendo todas nuestras caras en todos nuestros contextos… y todo ello tiene más relación con lo que sentimos, que con lo que pensamos.
.
.
.
Procesos y Aprendizaje:
puedes seguirnos
en
FACEBOOK (de una manera diferente)
y
en
TWITTER (compartiendo caracteres)
.
El error de querer ser uno mismo
0
Lo importante en la vida es ser uno mismo, auténtico, sincero y veraz, sin hipocresía ni dobleces, aceptando la responsabilidad de los propios sentimientos, emociones, actos y conductas, y siendo coherente con lo que uno es, admitiendo la realidad objetiva y a los demás como son, sin creerse superior a nadie. Y no mostrándote nunca distinto con lo que se es, que no haya contradicción entre lo que uno piensa y lo que uno dice, ni mucho menos con lo que uno hace. Ser auténtico es lo que conforma tu vida, tu estilo, tus intereses, tus prioridades y principios. Es parecer lo que se es de verdad, en un mundo lleno de falsos, que escasea mucho la autenticidad…
Si la inteligencia es la forma de saber adaptarse al cambio y sacar lo mejor de la adversidad, es decir conseguir hacer de lo difícil, lo sencillo, entonces la autenticidad es la manera de llegar a la verdad desde uno mismo. Por el camino de la autenticidad, que no digo que sea fácil, se logra tener una vida más feliz, que no es otra cosa que haber sabido obtener de la vida su máximo jugo dentro de tus posibilidades, que no son iguales para todos.
Ser auténtico te tranquiliza y relaja, te quita de mucha angustia y ansiedad de querer ser quien no eres y de tener que hacer lo que no quieres, en realidad te libera de la falsedad y la mentira para que de esa forma puedas mantener relaciones veraces y buenas, aunque sin fingir puede que sean muchas menos de las que desearías.
ARTURO KORTÁZAR AZPILIKUETA MARTIKORENA ©
Gracias Arturo!
…me quedo con “Ser auténtico te tranquiliza y relaja, te quita de mucha angustia y ansiedad”
Genial!!
d.
Me llenó los ojos de lágrimas tu post, completamente de acuerdo.