La falacia de la zona de confort
Me resulta alucinantemente paradójico como en estos tiempos tan difíciles y complicados para “casi” todos se ha impuesto con rotundidad el discurso de la necesidad de salir de tu ‘zona de confort’.
No sé si conseguiré explicar lo que quiero en esta entrada, porque el concepto de ‘zona de confort’ bien entendido es muy potente y estimulante, yo fui de esos que flipó cuando vio el famoso vídeo que lo explicaba con aquella mano haciendo dibujitos, lo disfruté y me generó un buen puñado de productivas reflexiones y acciones [vídeo que te pongo al final porque realmente merece la pena ver y compartir].
El tema es que ‘con la que está cayendo’ observo tal lluvia de mensajes invitándonos a salir de la ‘zona de confort’ que me acabo despistando. Siento que se termina creando más incertidumbre, si cabe, entre muchas personas que ya están bastante jodidas como para decirles que están en su “zona cómoda” y que tienen que estar más ‘incómodos’ para dar el paso definitivo hacia su felicidad, crecimiento, desarrollo o lo que sea… (manda huevos, ¿no?).
Al final, entre todos terminamos generando “LA FALACIA DE LA ZONA DE CONFORT“. Es como si nos encantara coger conceptos nobles y brillantes para dar lecciones que no terminamos de aplicarnos, o sí, pero para dar lecciones en definitiva…
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No es que estemos cómodos, es que estamos inmóviles
Que no, que no es que estemos cómodos, que no es que nos encante estar dónde estamos, porque cuando estar dónde estamos no nos produce bienestar eso no puede ser una zona de confort, (tienes el enlace a la definición de ‘confort’ en el párrafo de arriba).
Sí es cierto que podemos estar más o menos inmóviles, más o menos despistados. Sí es cierto que lo mismo no tenemos ni idea de hacia dónde dirigirnos y que lo único que sentimos es que el presente no nos mola nada y en ocasiones nos ahoga. Cuando uno no sabe dónde quiere ir, cualquier paso que des hacia cualquier dirección no te va a sacar de ningún sitio.
Sí es posible que nos hayamos conformado con lo que tenemos, aunque no nos guste, que nos sintamos tan agotados o sin fuerzas (por las razones que sean) que hayamos renunciado a tomar cualquier iniciativa para cambiar o revertir la situación… y sí, esto es bastante peligroso, pero para nada representa una situación confortable.
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Desde dónde salgo y hacia dónde voy
Antes de “salir de tu zona de confort” sería conveniente considerar si conozco bien desde dónde voy a partir y es que difícilmente vamos a saber si queremos salir realmente de un sitio si no tenemos la seguridad de conocerlo (lo mismo si lo miramos bien nos mola y nos apetece quedarnos) o no; pero si quieres largarte… averigua cuáles son las razones que te alimentan las ganas de salir de dónde estás.
Creo que es clave tener bien claro cuál es mi zona de partida o el contexto del viaje, o lo que es lo mismo: conocer cuáles son los elementos que generan en mi situación actual “cómo me siento” y “cómo afronto esos elementos (o no los afronto) en el día a día”. A veces pensamos que estando en otro sitio vamos a estar mejor, pero como dice Alfonso Alcántara ‘el agua que sabe mal en un vaso seguramente seguirá sabiendo mal en otro vaso’.
Por otro lado, si inicias la marcha… ¿cómo y cuándo sabrás que estás dónde quieres estar?
La pregunta tiene su punto, ¿en qué momento sé que estoy ante la frontera que me separa de lo que quiero? Porque cuando lo que quieres es intangible las fronteras están difusamente definidas y construidas del material que tu percepción del mundo y tus creencias han ido generando, es todo un reto colocarse delante de esas fronteras y atravesarlas, un reto nada fácil, nada sencillo, pero no imposible.
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No es que no queramos salir, es que no sabemos cómo
Amigo, amiga…
Sé feliz
Cambia
Gestiona el cambio
Genera oportunidades
Crece
Desarróllate
Usa tu creatividad para ser lo que quieres ser
…y sobre todo,
¡¡ SAL DE TU ZONA DE CONFORT !!
¡¡ be your self !!
bla bla bla
Vale,
perfecto,
¡¡¡
pero
CÓMO
P-U-Ñ-E-T-A-S
lo
hago
!!!
Es muy fácil decirle al que tiene sed que beba y al que tiene hambre que coma, sugerencias evidentemente estúpidas, insultantes y que menosprecian a las personas y sus necesidades reales. También es muy sencillo animar a las persona a que descubran sin más y por sí mismas dónde pueden beber y comer, y terminar andando en círculos en procesos que no llevan a ningún sitio.
Es gratis invitar a la gente a que salga de lo que tú percibes como su zona de confort, pero tiene un coste muy alto para algunas personas recibir ese mensaje; en ocasiones se crea más frustración que otra cosa con este tipo de “consejos” que alimentan un espejismo en forma de ‘pensamiento positivo’ (véase: “Si pienso en positivo ¿Por qué me sigo encontrando mal?”) que en el peor de los casos se convierte en Psicotrampa.
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No me digas lo que tengo que hacer
En serio, no me lo digas. No me salves la vida, no me mires desde tus valores. No me compares con tu proceso. Respeta mi falta de iniciativa, respeta mi insatisfacción, respeta mis creencias por muy limitantes que sean, respeta mi reactividad y mi pasividad… y sobre todo, no me digas lo que tengo que hacer, ¿vale?
Si no quieres escuchar mis quejas tienes derecho a largarte, si no quieres compartir mi victimismo también puedes largarte, no pagues la factura de mi infelicidad que ya la pago yo, aunque me duela, aunque me queje por ello una y otra vez. Déjame sentirme persona.
Pasa y apóyame cuando te abra la puerta, no antes, me puede resultar incómodo y no entenderé nada de lo que me estás diciendo, además, me harás sentir peor de lo que ahora me siento.
Ah… y tampoco me riñas, no me riñas por sentirme tan jodido y no hacer nada, o por no conocer cuáles son las alternativas y haber perdido toda iniciativa, o por estar enredándome continuamente en la inercia del día a día sin ver más allá de lo que tengo delante.
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El beneficio siempre tiene que compensar el riesgo
Lo que marca la diferencia es tu grado de malestar y como este se conjuga con tu tolerancia a la insatisfacción. Si no estás bien y no quieres estar ahí, y esa sensación es demasiado incómoda quizás vaya siendo hora de marcar un nuevo rumbo, hacer las maletas y emprender el viaje. Quizás sea lo más sano.
Eso sí, si no tienes claro lo que vas a ganar con ese viaje, si no tienes claro el beneficio, si sientes que es mayor el riesgo que la ganancia, probablemente no des un solo paso o a lo sumo deambules un poco sin llegar a ningún lado.
Para que nuestro “sentido del riesgo” se active necesitamos un reto que nos aporte valor y nos genere confianza, aunque no tengamos garantizado el resultado, un reto con el que nuestras capacidades se pongan en marcha, porque una vez que tus competencias se movilizan EN EL CONTEXTO DE UN PROPÓSITO elegido por ti COMIENZA A TENER SENTIDO EL CAMINO independientemente de dónde estés o de dónde llegues.
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Sal de dónde quieras hacia dónde tú quieras, o quédate dónde te apetezca pero decídelo tú. Solo te deseo que elijas lo que elijas tu elección sea la más sana para ti sin menoscabo de nadie…
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https://www.youtube.com/watch?v=n37Ej6OUrIo
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¿Ya has decidido cuál será el norte de tu brújula?
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…por cierto, ojo con quién te está diciendo que salgas de tu “zona de confort”…
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https://www.youtube.com/watch?v=SKLtY45D2JU
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Hola David, mi enhorabuena por este interesantísimo post. Hay una reflexión que me ha llegado mucho cuando planteas que vamos invitando gratuitamente a otras personas a que salgan de lo personalmente pensamos o percibimos como su propia “zona de confort”. ¿A costa de qué?. Cuidado con esto, tal como tú planteas puede llegar a tener un coste muy elevado para esa persona.
Un abrazo
Gracias compañera por tu comentario!!
😉
Como siempre, muy inteligente el mensaje de David que espero llegue a esa multitud de compañeros desilusionados que no han alcanzado sus objetivos todavía, pero que no se han rendido y saben que lo conseguirán porque ellos ¡valen mucho!
Yo estoy entrando ahora en una nueva zona de confort para mí, ¡la jubilación! Y me estimula el pensar lo mucho que puedo hacer en esta etapa que ahora comienzo pero… es evidente que tengo mi pensión asegurada y ello me anima, una remuneración que el público al que va dirigido estos mensajes todavía no ha conseguido.
También coincido en que tanto repetir lo que se debe hacer y cómo realizarlo es algo que llega a ser tedioso y que no por insistencia se consigue mejor resultado, pero es evidente que las recetas son la que son y los huevos con patatas tienen su forma de elaboración, aunque luego haya matices y se invente eso de los “huevos estrellados”, pero hablar de “zona de confort” es afrontar una multitud de escenarios individuales y peculiares que hay que compatibilizar con las circunstancias personales de cada individuo.
Hoy en día, sin idiomas, un universitario tiene más dificultades para buscar empleo en la Unión Europea a la que pertenece, sin inquietud por buscar nuevos rumbos en países de habla hispana que están en vías de desarrollo, también limita sus posibilidades de encontrar trabajo. Son dos opciones de cómo entrar en una “zona de confort” que nunca es ideal, ni siquiera la que ahora yo empiezo de jubilado y con un determinado riesgo artrítico, por la edad, pero esa es mi zona de confort actual y a ella debo adaptarme.
Las circunstancias personales definen los límites de tu zona de confort, así como tú “actitud” ante la vida. Nada es perfecto, nada es sencillo, pero debemos saber aprovechar la multitud de valores positivos que cada uno dispone, solo que hay que buscarlo dentro de uno mismo y ser valientes aceptando lo que somos, lo que tenemos en nuestra mochila, no lo que desearíamos tener y, desde luego, algo que yo considero muy importante, es que debemos ser siempre nosotros mismos y no aquello que a nuestro entorno (padres, novios, etc…) les gustaría que fuéramos. Cada uno es lo que es y debe saber vivir con sus circunstancias buscando el mejor de los objetivos, LA FELICIDAD.
Gracias David por tu reflexión.
Totalmente de acuerdo contigo.
Siempre he entendido la decisión de salir de la zona de confort como una elección libre y personal para alcanzar tus sueños, un objetivo personal o una mejora en tu vida. Por eso me he preguntado muchas veces y no he encontrado ningún estudio o teoría hasta ahora, de lo que sucede cuando salir de la zona de confort deja de ser una elección libre para convertirse en la única alternativa posible. Y son muchas las personas que hoy en día se encuentran o han encontrado en esa situación vital.
Por experiencia personal y en el contacto con personas a través de mis ocupaciones como líder de equipo y coach he podido observar una serie de bloqueos importantes que hacen muchísimo más difícil esa motivación necesaria para dar los pasos hacia el cambio.
También estoy plenamente de acuerdo contigo en el coste que tiene para las personas salir de ese área en el que funcionan en automático y que debería ser considerado por esos gurús del cambio que invitan a todo pichipata a salir de su zona de confort.
Gracias por esas reflexiones desde la empatía con el que sufre y lucha en medio de la dificultad.
Gracias a ti Nieves,
Por tu comentario, y sobre todo por seguir alimentando la reflexión en este sentido. Comparto absolutamente lo que dices sobre ver “la decisión de la zona de confort como una decisión libre y personal”, y me parece fascinante como continúas ¿qué ocurre cuando salir de la zona de confort es la única alternativa?
…no sé, Nieves, quizás solo desde la empatía o desde nuestra propia experiencia podamos arrojar alguna luz a esta pregunta y el rento intrínseco que la acompaña.
Gracias de verdad por nutrir nuestro pensamiento.
Un saludo!
@davidbarreda_db
¡Hola David! ¡Lo que me ha costado llegar hasta aquí!
Tengo un blog y he escrito criticando la teoría de salir de la zona de confort. He recibido muchas críticas (como era de esperar) y me he lanzado a google buscando a alguien que pensase parecido a mi, y tras muchas búsquedas te he encontrado.
La verdad que, aunque explicado de otra manera, compartimos las razones por las que no nos gusta.
No se puede recetar gratuitamente “salir de la zona de confort” sin saber cómo está la persona ni las consecuencias que puede tener.
Te invito a pases por mi blog.
Un saludo,
Sonsoles
Muchas gracias Sonsoles por comentar!!
…mira si ten interesa en tema te dejo este enlace a un artículo que seguro que te gustará: http://yoriento.com/2016/02/motivacion-profesionales-directivos-zona-confort.html/
Un saludo y feliz de que te pases por aquí,
Visitaré tu blog!
David