En algunas ocasiones (o en muchas, según el caso), la libertad o el principio de la libertad comienza cuando somos capaces de zafarnos de determinados pensamientos, o al menos cuando conseguimos que nuestra atención se distraiga mínimamente de ellos. Me refiero a esos pensamientos que tienen el mismo mecanismo que una pegajosa tela de araña. Pensamientos queLeer más