¿Para qué sirven los “tal vez” y los “quizás”?… es como si delegáramos en el futuro, como si metiéramos nuestras intenciones en el saco de “las posibilidades”… ¿Cómo los usas tú?… porque usar los usas, de hecho, los usamos todos (aunque no seamos conscientes de ello)…
Lo que me resulta más curioso de esto es el impacto que pueden llegar a tener los “quizás” y los “tal vez” sobre nuestras actitudes, y como una actitud u otra (positiva o negativa) acaba envolviendo nuestras acciones… es como si los “quizás” y los “tal vez” marcaran el estado emocional desde el que afrontas una situación.
Un “tal vez” esperanzador nos mantiene con la atención disponible a formas de conseguir lo que queremos, te mueves en esa dirección porque es una apuesta que ves factible, aunque todavía sigue siendo más un deseo que un objetivo (por eso los pasos en esa dirección son titubeantes en acciones basadas en el “tal vez”).
Un “tal vez” negativo nos posiciona en el sentido contrario… quizás no valga la pena moverse en esa dirección, es como apostar a caballo no ganador, así que no me muevo, no apuesto, no arriesgo…
El tema es que cualquiera de los dos enfoques anteriores no dejan de ser “especulaciones”, productos de nuestra imaginación (a veces basados en datos o experiencias pasadas, otras en miedos o ilusiones), que en algunos casos nos apoyan y en otros nos limitan, pero que siempre acaban teniendo un impacto en nuestra manera de afrontar un reto.
Tal vez encuentre trabajo o tal vez no. Quizás vuelva a verte. Tal vez lo consiga. Quizás fracase. Tal vez pueda, tal vez no….
Los “tal vez” y los “quizás”… formas inciertas de “deseos”, “intenciones”, “esperanzas” y “limitaciones”… como décimos de lotería que generamos con la esperanza de que nos toquen… o no…
…sirva este post, como los otros, como punto de reflexión.
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