A mi las palabras palanca me dan mucha pena, me causan cierta tristeza. Y es que reconozco que le tengo mucho cariño (y mucho respeto) a las ‘palabras’ en general, me parecen alucinantes: un conjunto de letras que colocadas en un determinado orden te proporcionan un significado, un sentido, unas emociones,… sencillo y brutal al mismo tiempo.
Lo peor es cuando una palabra se convierte en palabra palanca. Las palabras palanca son como una vieja estrella de rock que estuvieron en la cúspide, fueron alabadas, representaron algo y ahora aparecen desprovistas de su propio valor pero siguen siendo utilizadas para llenar algún espectáculo. Es como si les hubiese robado el alma.
emprendimiento
zona de confort
emocional
empoderamiento
eficiencia
coaching
empleabilidad
startup
calidad
ambiental
TIC
mediación
fluir
empatía
género
competencia
renovable
dos-punto-cero
Es curioso porque las palabras palanca, antes de convertirse en palabras palanca, aparecen robustas, cargadas de un significado potente, inspiradoras… son como un imán. Luego, con el tiempo, sufren un proceso de descapitalización y van perdiendo su valor y se convierten en una mera palanca para…
que te puedan dar una subvención
que te aprueben un programa formativo
que te financien una investigación
que te publiquen un artículo
que tu discurso parezca alineado con ‘lo que se lleva ahora’
🙁
…todo ello más allá de su significado y de lo que realmente representan. Un desastre, un desastre mayúsculo porque el propio “sistema” te anima a que incluyas uno de estos términos para darle salida al proyecto o actividad que haya que darle salida.
.
Para mi, lo peor es cuando esta devaluación de las palabras se hace real en las personas, en lo cotidiano, dicho de otra forma: cuando dejamos de creer en lo que representan y nos suena a hueco todo lo que tenga que ver con ellas. Sinceramente, esta idea me parece peligrosa por cuanto cada una de estas palabras está aferrada fuertemente a un valor, un valor que termina contagiándose irremediablemente de esta pérdida de sustancia, de esta pérdida de significado y de sentido… y como dice Alaska en una de sus canciones (que precisamente se llama “retorciendo palabras”) acabamos:
construyendo edificios que no duraran
un diseño de algo fugaz
arquitecto de frases que me hacen dudar
y que intentan decirme
que no se lo que quiero
.
…aún no sé si esta entrada es una lamentación, un aviso, o una invitación al uso responsable de las palabras, para que precisamente no acabemos RETORCIÉNDOLAS.
.
0
Deja un comentario