Siempre me imagino al tipo (o a los tipos) que inventaron el análisis DAFO lamentándose por no haber atado bien toda la movida de derechos de autor y tal…, y es que mira que se ha usado y se usa este sencilla matriz que nos permite observar con perspectiva la situación de un proyecto respecto a un objetivo.
Con el DAFO se nos presentan de uno solo vistazo las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de un proyecto, de una persona, de un proceso…, considerando sus puntos fuertes, sus puntos mejorables, y los aspectos internos y externos que afectan a aquello que sea objeto de este análisis.
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Creo que precisamente por su sencillez y usabilidad, en muchas ocasiones esta herramienta se trivializa y no se le termina sacando todo el partido a pesar de la información que un buen DAFO aporta. Un DAFO puede llegar a ser una estupenda fotografía del momento en el que estamos respecto a un objetivo.
En los procesos de Búsqueda de Empleo existe una tendencia, que desgraciadamente he observado en demasiadas ocasiones, que consiste en utilizar el DAFO como mera herramienta de autoconocimiento, sin más. Se invierte un esfuerzo en la elaboración de la matriz, se detalla la relación de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades… se observa, se sacan unas conclusiones y punto pelota; en el mejor de los casos se saca un objetivo, pero rara vez se hace un acompañamiento dinámico y continuo sobre el mismo. Terminamos ‘archivando’ una información en ocasiones muy valiosa, si el DAFO se ha hecho con criterio, que dejamos caducar sin más.
Déjame compartir algunas reflexiones que ponen de relieve algunos aspectos del DAFO, contrastados en la práctica, que considero interesantes y útiles.
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¿Qué fue primero, el DAFO o el objetivo?
…pues como con el huevo y la gallina, probablemente las dos cosas a la vez ¿no? 😉 . Creo que una de las funciones principales del análisis DAFO es procesar los objetivos, esto es, partiendo de un ‘objetivo inicial’, a través del DAFO, convertir esos objetivos en ‘metas’.
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Un objetivo (algo que quieres conseguir) puede ser más o menos genérico, en cambio, las METAS son más específicas y definen cada uno de los escalones que tienes que superar en dirección a ese objetivo. Ejemplos:
“objetivo: trabajar en el equipo de animación de un hotel de la costa”,
“meta: aprobar el próximo examen que acreditará mi nivel B1 de inglés”
“objetivo: cambiar de sector profesional”
“meta: elaborar el mapa de mis competencias profesionales”
…no es que el examen de inglés sea la llave al puesto de trabajo que quieres, pero conoces que esa acreditación del idioma es uno de los escalones que te van a facilitar poder optar con garantías al puesto de trabajo que deseas. Tampoco la elaboración de un mapa de competencias profesionales te llevará a un cambio profesional, pero será un instrumento que te facilitará la toma de decisiones en este sentido.
El DAFO, entre otras cosas, nos permite convertir los Objetivos en M.E.T.A.s (Medibles, Específicas, Tangibles, Alcanzables). Un buen DAFO nos permitirá conocer cuáles son los puntos calientes con respecto a nuestros recursos (Fortalezas y Oportunidades) y con respecto a nuestras acciones de mejora, aprendizaje y desarrollo (que normalmente encontramos en las Debilidades y las Amenazas). De una forma u otra, todo esto nos permitirá definir, ponerle nombre y apellidos a las etapas que consideremos más relevantes en la consecución de nuestros objetivos.
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Perder el objetivo y centrarnos en las Debilidades y las Amenazas
Teniendo en cuenta lo anterior, hay que tener mucho cuidado, ya que en ocasiones, después del DAFO podemos caer en la tentación de dedicarnos a resolver nuestras ‘debilidades’ y superar las ‘amenazas’, abandonando la consecución del objetivo.
En muchas ocasiones, lo negativo engancha mucho más que lo positivo. En un proceso de Búsqueda de Empleo, puede ocurrir que lo negativo se sienta y se padezca (es real), mientras que lo positivo (las fortalezas y oportunidades) hay que currárselas, parecen más efímeras, y los benificios aún no se perciben. Un proceso de búsqueda de empleo es una ‘necesaria inversión a futuro’ en un contexto en el que las fuerzas no siempre nos acompañan y la motivación es volátil.
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Focalizarnos en resolver Debilidades y Amenazas, como quien hace los deberes para poder salir a jugar, olvidándonos de que lo realmente importante es precisamente ‘salir a jugar’ (o ‘activar nuestro proceso de búsqueda de empleo’), termina por agotarnos más pronto que tarde. Es entonces cuando esta herramienta se convierte en una espiral hacia dentro, y pierde su eficacia con respecto al objetivo real que perseguimos.
Solo cuando el afrontamiento de las Debilidades y las Amenazas nos acerca a la consecución de las metas que nos conducirán a nuestro objetivo, solo entonces, estaremos utilizando el DAFO dentro de este contexto de búsqueda de empleo.
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El DAFO del proceso
Pero si para mí el DAFO tiene un especial valor en el proceso de Búsqueda de Empleo es por su capacidad de ser una herramienta muy sencilla y accesible para auditar precisamente nuestro propio proceso.
En este caso no hacemos un DAFO a nuestro objetivo, ni nos hacemos un DAFO a nosotros mismos, ni a nuestras competencias. A lo que me refiero a es a realizar un análisis DAFO de nuestro propio proceso, esto es…
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- Debilidades. ¿Cuáles son las debilidades del proceso?, ¿Qué acciones del proceso son las que dependen de mí, tengo los recursos para llevarlas a cabo y no las estoy haciendo como debería estar haciéndolas?, ¿Qué carencias del proceso se están poniendo de manifiesto? , ¿Cómo se puede mejorar el proceso?, ¿La puesta en práctica del proceso está generando algún coste emocional para mí?,…
- Amenazas. Una vez puesta en marcha mi estrategia de búsqueda de empleo, ¿Se encuentra el proceso con alguna amenaza externa que lo esté dificultando en algún sentido?, ¿Qué factores externos estoy encontrando que están restando efectividad a mi proceso o que lo están torpedeando?, ¿Con qué dificultades me estoy encontrando?…. y todo esto, ¿Es realmente externo?,…
- Fortalezas. ¿Qué es lo que está funcionando en mi proceso de Búsqueda de Empleo?, ¿Ha pasado algo (bueno y relevante) a raíz de alguna acción propia del proceso?, ¿Qué fortalezas tiene mi proceso?, ¿La puesta en práctica del proceso está generando algún beneficio emocional para mí?,…
- Oportunidades. En mi proceso de búsqueda de empleo, ¿Qué oportunidades estoy encontrando?, ¿Qué oportunidades ha generado el proceso que no contemplaba en un principio?, ¿Qué apoyos externos está generando mi proceso de búsqueda de empleo?,…
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Sin pretender ser más exhausitivo, reconozco que me apetecía detenerme en esta herramienta y darle un golpe de valor. Por un lado porque el trabajo que se puede hacer con ella está al alcance de cualquiera y nos permite procesar los objetivos en ‘metas’, o dicho de otra manera, nos facilitarán esbozar las posibles etapas que nos acercarán al objetivo final, y tomar conciencia de los recursos internos y externos con los que contamos, y de cómo podemos mejorar contínuamente nuestro propio proceso.
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…y ahora una canción que si bien no tiene nada que ver con el DAFO (o sí), habla así de ‘toma de conciencia’, de repaso, de lo que ha sido todo hasta ahora, y joder, es muy bonita y esta versión me encanta…
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Procesos y Aprendizaje
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¿Le sacamos todo el partido al DAFO en la búsqueda de empleo?
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Gracias por tu artículo, David! Estoy de acuerdo en que el DAFO es una excelente y sencilla herramienta de evaluación. Me ha parecido muy interesante la idea de aplicarla también al proceso de consecución de objetivos! Un saludo
Gracias a ti Maite, por tu visita y por dejar el comentario!!
Es muy interesante aplicarlo al proceso de consecución de objetivos, y darle continuidad a las conclusiones. Es una herramienta muy útil en este sentido y permite ir conociendo la fotografía del momento en el que se está en relación al lugar al que se quiere ir.
Un saludo!!
David
Llevo tiempo dedicado a intentar ayudar a los jóvenes universitarios en búsqueda de empleo y, en mi deambular por las redes, empecé a encontrar el termino DAFO y me sorprendió, pues parecía que era lo que yo intentaba hacer, pero bien hecho, es decir, con conocimiento de causa, sabiendo por donde y como se debe orientar a los que te piden apoyo. Por eso os sigo, pues de vosotros aprendo y no soy competencia, ya que pretendo seguir siendo un aficionado voluntarioso, una herramienta en vuestras manos, si de algo os sirve mi apoyo.
Leer a David, es siempre enriquecedor, y hoy me ha dejado claro lo que pretende un DAFO. Gracias
Gracias Benito,
Un DAFO bien hecho siempre acaba siendo un mapa estupendo para orientar los caminos, las mejoras y los recursos hacia una meta… lástima que no siempre, a pesar de invertir tiempo y energía en confeccionarlo, se termine siguiendo y completando con criterio.
Un abrazo!!